sábado, 22 de marzo de 2014

Lazarillo del siglo XXI

Sepa usted,señor alcalde,que mi nombre es Cristina Sánchez Delgado. Soy hija de María Del Mar Delgado Suárez y de Salvador Sánchez Solís. Nací el siete de febrero de 1985, en Sevilla (Andalucía), en el hospital Virgen Del Rocío .Mis padres tenían trabajos muy duros,pero ganaban muy poco,y nos manteníamos con lo que podíamos. Mi madre trabajaba de sirvienta en la casa de una familia muy importante durante todo el día y mi padre trabajaba en una chatarrería . Cuando yo cumplí los seis años, a mi padre le entró una enfermedad muy grave, y al poco tiempo, Dios se lo llevó,desgraciadamente. Pasó el tiempo, y mi madre y yo cada vez teníamos menos dinero, y no teníamos ni para comprar el pan; así que no tuve más remedio que empezar a robar en el mercado todas las mañanas. 

Un tiempo después, mi madre falleció debido a un cáncer. Lloré mucho su muerte;ella era mi madre,mi amiga,mi hermana...Nunca llegué a superar su muerte. Mi custodia se la quedaron mis tíos (el hermano de mi madre y su mujer). Comencé a estudiar gracias a ellos. En el colegio no me lo pasaba muy bien,ya que mis compañeros me insultaban por llevar ropas viejas y gastadas. Se lo dije a mis tíos, y se gastaron  casi todo lo que tenían ahorrado para comprarme ropa nueva ,zapatos y algunas pinturillas. Les estoy muy agradecida por todo lo que hicieron por mi. 
Teniendo yo alrededor de unos quince años , me empezó a gustar un chico muy guapo, alto ,con los ojos verdes y moreno. Era muy atractivo. Un día coincidimos en una pequeña fiesta que organizamos los estudiantes. Nos conocimos y al poco tiempo empezamos a ser novios.Nos quisimos muchísimo y  iba genial, hasta que él me dijo que quería mantener relaciones sexuales conmigo, a lo que le contesté lógicamente que no,que era muy pronto todavía. A él no le gustó nada mi respuesta, así que empezó a insultarme y acabó forzándome. Aquella noche la pasé fatal. Al día siguiente me levanté con moretones y cardenales por todo el cuerpo. Yo, al quererle tanto,no veía la realidad, y pensé que fue un arrebato que le dio esa noche. A los pocos días empecé a encontrarme muy mal; tenía muchas náuseas. Fui al médico y resulta que me quedé embarazada. Me quería morir en ese momento. Cuando escuché esas palabras ,una gota de sudor me recorrió toda la cara. Tenía miedo solo de pensar en lo que me haría Álvaro, mi novio,al enterarse. Vino a mi casa a pedirme perdón por lo de la otra noche,que no quiero recordar. Estábamos demasiado bien en ese momento.No quería estropearlo. Pero tenía que decírselo... él era su padre. Las palabras salieron de mi boca. Se quedó un rato callado, sin saber que decir. Y, de nuevo,empezaron los insultos y las palizas. Después de ello, se marchó y no apareció más.
Nueve meses después... llegó el día; comenzaron los típicos dolores de parto. Llegué al hospital,casi sin poder andar. Esos dolores no se podían aguantar. Tras mucho tiempo de dolor, por fin escuché el primer llanto de un niño. Ese,ese era mi niño. Cuando lo tuve por primera vez en mis brazos...sentí... no sé explicarlo. Su piel era suave; estaba muy caliente.Al segundo día de estar ingresada me dieron el alta, y me lo pude llevar a mi casa y disfrutarlo cada día. Me daba igual tener que perderme toda mi juventud, pero ese era el mejor regalo que podía tener. 
Cuando cumplió los tres años, las cosas se pusieron mas difíciles de lo que pensaba. Mis tíos se murieron en un accidente de tráfico. Al yo no trabajar, no tenia dinero para seguir pagando la casa y me tuve que ir a vivir a la calle con mi hijo, y con el poquito dinero que me habían dejado mis tíos. Eso no se lo deseo a nadie;fue,sin duda, la peor época de mi vida. Por el día sin comer, y bebiendo cuando encontraba una fuente. Y las noches... eso  no era vida. No tuve más  remedio que empezar a vender drogas con una banda de traficantes. Una vez quedé con un chaval de unos veinte años para darle lo que había pedido, y por poco nos pilla la policía. Creó que fue el día que más he corrido en mi vida. Se me iba a salir el corazón. Ya lo que me faltaba era que me metieran en la cárcel y que me separaran de mi hijo. Llegó un momento en el que empecé a tomar drogas. Ya no podía más. Estaba desesperada. Mi hijo no paraba de resfriarse. Él me pedía comida, y no podía darle nada. Se me quitaron por completo las ganas de vivir . Una noche, nos quedamos a dormir en un portal, y por sorpresa, nos despertamos en una casa. Me levanté , y una mujer me estaba preparando el desayuno. Desde aquel día, mi mala suerte se esfumó por completo. Aquella mujer me salvó a mi y a mi hijo. Nos quedamos a vivir en su casa. Nosotros éramos su única familia. Yo,gracias  Dios, conseguí un trabajo de dependienta. No ganaba mucho, pero era suficiente para mantenernos. 
A mi hijo lo metí en el colegio, por fin. No quería que tuviera un futuro igual que mi pasado. Yo , conseguí terminar la ESO,bachillerato, y también conseguí entrar en la Universidad De Sevilla para hacer una carrera que a mi me encantaba desde siempre, medicina. Fue la mejor estaba de mi vida en la que conocí a mi actual marido, un hombre maravilloso, y amigos estupendos, a los cuales veo todos los días, y siempre están ahí cuando lo necesito. Y ahora, Por fin, tengo la vida que quería.

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